lunes, 28 de diciembre de 2015

EL STONE QUE QUIERE SER RECORDADO POR SUS GOLES Y NO POR SU MÚSICA

 La carrera de Daniel Osvaldo hasta el momento fue bastante positiva teniendo en cuenta los pasos del futbolista por el Spanyol y la Roma, donde es recordado gratamente, pero termina resultando extraña teniendo en cuenta sus pasos fugaces por varios clubes del viejo continente, donde el Porto podría seguir sus pasos, equipo en el que estuvo por ahora nada más que un semestre sin pena ni gloria. Condiciones le sobran, y así lo demostró en su etapa en Boca, donde al principio fue importante, pero se terminó dilatando por problemas extra-futbolísticos, que nuevamente hicieron que su ciclo termine rápidamente.
 Si Osvaldo vuelve a Boca, debe sacarle el jugo a Tévez, con quien tiene mucha confianza y se cree que puede absorber la presión para que los errores del pasado queden atrás y no vuelvan a repetirse. Osvaldo debe demostrar que viene a Boca para quedarse, y eso implica dejar de lado los temas que lo pudieron perjudicar, es decir, menos guitarra, más goles. Cerrar su cuenta de Twitter fue una medida reparadora. 
 Como dijo su amigo Carlitos una vez, el que no aprende de sus errores es un cabeza dura, y Osvaldo deberá sacar el gran jugador que tiene dentro y guardarse el rockstar barullero para, de una vez por todas, asentarse en un club y cumplir su sueño de triunfar en Boca.
 Con sus 30 años, si no comienza a dejar de lado lo extra-futbolístico, tal vez cuando se dé cuenta sea demasiado tarde, ya que además del título con la Juventus, seguramente podría consagrarse varias veces más, y Boca es una oportunidad interesante. 

miércoles, 23 de diciembre de 2015

CICLOS DE CORTO PLAZO

 La llegada de Jonathan Silva a Boca no es reprochable porque se dude de la capacidad y potencial del chico, sino que es por el poco tiempo que llega, ya que seis meses tal vez no sean suficientes para que el jugador se adapte, o quién sabe, desconfiando de este deporte que es la dinámica de lo impensado, quizás se transforme en una pieza fundamental para Arruabarrena y Boca pueda levantar la Copa con él siendo una pieza clave. Pero pensando a futuro, sin dudas va a surgir un inconveniente de suceder cualquiera de las dos opciones: si no tiene un buen semestre, no tendrá revancha para reivindicarse, y se deberá comenzar de nuevo con otro lateral; y si se puede afianzar en ese lapso (donde deberá ponerse la camiseta y rendir, porque no hay tiempo), Boca pecará de perder un futbolista importante de cara a lo que quede del año, lo que confirmará, una vez más, la irregularidad de nuestro fútbol a la hora de mantener un plantel y conservar sus figuras.
 Los ciclos cortos por el poder de la moneda extranjera hacen que los entrenadores tengan que hacer malabares para rearmar una formación que en la mayoría de los casos, fue exitosa. Del San Lorenzo campeón de la Libertadores se fueron cuatro futbolistas, y no tardarán mucho en irse los Buffarini, los Mas o los Villalva, mientras que del River multicampeón de Gallardo se fueron cinco pilares, como lo fueron Funes Mori, Kranevitter, Sánchez, Rojas y Gutiérrez. Y sin que haya sido campeón, por mencionar otro ejemplo, Estudiantes concretó las ventas del mismo Silva, Rulli, Correa y Carrillo, chicos de menos de 24 años, que cuando empezaban a hacerse un nombre en el fútbol argentino se subieron al primer tren que llegó para jugar en el fútbol europeo.
 Posiblemente esta sea la principal cuestión de porqué el fútbol argentino suele ser tan irregular, con equipos que ganan mucho y luego se caen. Porque si bien antes que los nombres está primero la identidad, el famoso "a qué vamos a jugar", los jugadores son fundamentales porque son los que interpretan y concretan esa idea, y a los buenos equipos, obviamente, los hacen los buenos jugadores. Que haya jugadores nuevos no significa que sean malos o que nunca alcancen a los anteriores, pero implica un volver a empezar, construir nuevamente un equipo. No faltan los ejemplos como el del Chelsea, que con prácticamente el mismo equipo decayó radicalmente, pero tampoco se puede negar que cambiando el lateral izquierdo todos los años, difícilmente volvamos a ver un Clemente Rodríguez en Boca.

martes, 22 de diciembre de 2015

EL EQUIPO QUE MARCÓ UNA DÉCADA, Y SEGUIRÁ HACIENDO HISTORIA

 La consagración del Barcelona en el Mundial de Clubes, fue, una vez más, una obra centelleante de un equipo que por jugadores y estilo de juego, marcó una época, y por el hambre y humildad que tienen sus futbolistas por nunca conformarse y querer seguir aprendiendo (aunque parezca que ya no tienen nada que aprender), seguramente continuará por la senda de los logros por mucho tiempo más. Y ojalá que nunca acabe, para seguir teniendo el placer de ver jugar a este equipo. 
 Podrán pasar los entrenadores, tener algunas modificaciones en la plantilla, pero el proyecto que llevó a cabo Guardiola sigue vigente en el tiempo porque el Barcelona es un club en donde se respeta una metodología, y cada jugador o DT que llega se adapta rápidamente. Pero a diferencia del Real Madrid, que contrata jugadores y técnicos de lujo, pero sin intenciones de continuar un proyecto, el Barsa también gasta millonadas, solo que lo hace en profesionales que se adapten a la metodología, para seguir conservando una identidad. Que se respete un estilo no significa que este Barcelona juegue exactamente igual al de Guardiola, ya que con la MSN el juego suele ser más vertical, hasta en la era de Luis Henrique han ganado partidos de contra, sin demasiada elaboración de parte de los volantes, y eso ocurre porque hubo variantes en la plantilla, pero si bien hay pequeñas diferencias lógicas, este Barcelona es el mismo de siempre, sigue el mismo camino.
 Guardiola tiene como legado que los partidos se ganan en la mitad de la cancha, y se definen en las áreas. En la final del Mundial de Clubes, como ante todos los equipos con los que se enfrenta, todos participan de la posesión de la pelota, de Bravo a Suárez. Los centrales, Piqué y Mascherano (modelos perfectos de lo que son los zagueros modernos), no rifan ninguna pelota, sino que salen jugando y se adelantan hasta la línea de Busquets, que con los laterales en posición de volantes y los volantes internos, generan una superioridad numérica difícil de contrarrestar, es por eso que River intentó presionar arriba: para que los centrales y Busquets no puedan comenzar a elaborar juego, pero presiones arriba como River, o presiones en tu área como el Ghuanzou, a la larga el Barcelona termina abriendo el marcador, porque es casi imposible realizar ese desgaste los 90 minutos para equiparar las diferencias, y directamente es imposible encontrar una forma de jugar que anule la circulación de la pelota que tiene el Barcelona. En la temporada tuvo imprevistos, es cierto, pero son partidos que van a quedar para el recuerdo porque son tardes únicas, y que un resultado negativo del Barcelona sea algo épico para el rival marca la casi invencibilidad de este equipo, que claro, no gana exactamente todos los partidos de la temporada, y ningún equipo en la historia llegó a lograr tal hazaña.  
 No hay dudas de que Messi es el mejor jugador del mundo y es la estrella (o una de las tres) que tiene este equipo, pero indudablemente Iniesta es el alma del Barcelona, porque actualmente  no debe haber ningún otro jugador en el mundo que comprenda el juego como él: sabe cuando tocar, cuando hacer la pausa, como correr la cancha, cuando filtrar un pase entre líneas. Iniesta es el cerebro del Barsa porque es un eslabón fundamental para la sucesión de pases, que es lo más importante que tiene el fútbol: pasarle la pelota al compañero. 
 Además del juego, del trabajo en divisiones inferiores, de la jerarquía que tienen estos jugadores de buen pie, lo más sorprendente y admirable, es el hambre de gloria. Ese tal vez sea el ejemplo mas resonante que todos los equipos deban seguir. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

ANTES DE PENSAR EN LA FINAL, RIVER DEBE PENSAR EN VOLVER A SER EL DE ANTES

 En el Mundial de Clubes disputado en Marruecos del año pasado había ocurrido algo parecido con San Lorenzo: un equipo que llegaba como podía, habiendo perdido varias figuras y el nivel que lo llevó a dicha competición (CASLA); y el campeón de la Champions que llegaba como quería: con el once campeón en un nivel ideal. 
 Las vueltas de la vida hacen que estemos en un escenario algo parecido: luego de consagrarse en la Copa Libertadores, el equipo de Gallardo nunca volvió a ser el mismo, además de perder a Funes Mori y Rojas, irremplazables hasta el día de hoy. Y el bajón futbolístico que sufrió River le hicieron perder a Gallardo el equipo de memoria y hasta probar cosas extrañas, como aquella semifinal ante Huracán donde jugaron Vangioni y Casco como volantes, donde a este último le ganaron la espalda durante todo el primer tiempo. 
 No es tiempo perdido que en River empiecen a analizar como puede llegar a ser esa hipotética final con el Barcelona, donde entre varios menesteres se mencionan como marcar a Messi, si hay que posicionar un jugador encima de Busquets, si hay que presionar a Bravo en la salida, etc. Pero el deber fundamental que tiene River es recuperar el nivel y el fútbol que lo llevaron a Japón; y la semifinal contra Sanfrecce va a ser una prueba de fuego que no solo va a determinar si juega la final o juega por el tercer puesto, sino que va a verse si el representante sudamericano está en condiciones de dar pelea; ya que la última versión de River, la de un elenco que marca mal en el área, le falta generación de juego y sufre hasta con los rivales menos esperados; y donde la presión alta, circulación de la pelota, recorrido por las bandas, anticipos y solidez defensiva quedaron muy lejos, tiene 10% de chances de ganarle a un equipo como el Barcelona, que tendrá algunos imprevistos como con el Celta de Vigo, Valencia o Deportivo La Coruña, evidenciando flaquezas en la zona de Bravo a Busquets, pero por mas de que para el equipo de Núñez esas sean mechas de esperanza, la realidad es que son excepciones y que se cuentan con los dedos de una mano, porque no alcanzan ni con los dedos de los pies para contar las veces que se floreó con buen trato de la pelota, pases entre líneas, llegadas por sorpresa, goles de Messi, Neymar y Suárez o lecciones de Iniesta a la hora de pensar, hacer la pausa y conducir el equipo, tanto como la calidad de Piqué y Mascherano para los mano a mano, y como definió tan bien Román el pasado viernes, las inequívocas decisiones de Busquets para manejar los tiempos a la hora de recuperar la pelota y entregarla, y los otros delanteros que tiene el Barsa, que son Dani Alves y Jordi Alba. Por lo tanto, antes de pensar en el Barcelona, River debe pensar en sí mismo porque precisa de recuperar el nivel y poder jugar con seguridad para, si bien con otro estilo, hacer algo parecido a lo que hizo el Estudiantes de Sabella. 

jueves, 10 de diciembre de 2015

LO QUE GANÓ HURACÁN A PESAR DE LA DERROTA

 Como dijo alguna vez Juan Pablo Varsky, los campeonatos se explican desde un proceso, y los resultados, desde los detalles. Si bien Huracán perdió la final de la Sudamericana, ganó algo muy importante: reconocimiento, respeto y prestigio. La historia de este equipo es casi de ficción: de perder una final por el ascenso con Independiente a ganar la Copa Argentina, luego ascender jugando otra final, jugar la Libertadores, ganar la Supercopa, salvarse del descenso en la última fecha, y jugar la final de la Copa Sudamericana.
 Muchos se quedan erróneamente con el resultado final, pero cuando las cosas terminan, quedan los valores y hay que preguntarse qué se dejó, porque aún mas importante que el resultado, es el camino recorrido, y el camino que recorrió el equipo de Domínguez fue una aventura llena de hazañas y de sufrimiento, con un grupo de jugadores que se supo levantar ante todas las pálidas y convertirse en el plantel mas ganador de la historia de Huracán, y llegando a una final internacional por primera vez en su historia. Si el fracaso fuera solamente perder, todos seríamos fracasados, porque alguna vez, todos hemos perdido, y Huracán perdió de pie. La final no estuvo a la altura del juego que desarrollaron ambos equipos para llegar a tal instancia: se jugó mal, sin elaborar juego, sin un sentido para tomar decisiones con la pelota, pero el "globo" aguantó durante los 120 minutos, dejó todo lo que tenía en la cancha, y el fútbol argentino quedó bien representado. 
 Será una final importantísima la que ahora deberá jugar el presidente Nadur para sostener un plantel que está desde el ciclo de Kudelka en la B Nacional, y que fue creciendo a medida que el tiempo fue pasando, con algunas modificaciones, pero siempre con la misma base: Domínguez pasó a ser el DT de un día para el otro, y eso le permitió tener un conocimiento absoluto del plantel, y acertó en posicionar a Mancinelli como segundo zaguero, donde se lució de forma sobre saliente, colocando a San Román como lateral derecho, mientras que Bogado fue un refuerzo que le dio fútbol, buen pase en la mitad de la cancha y pegada, y con la inclusión de Montenegro, es la misma base que ascendió a primera división, que peleó el descenso, y paradójicamente, ganaba copas nacionales y avanzaba en la Sudamericana. 
 Este camino que fue trazando Huracán fue el logro mas importante de este equipo, y lo que hay que valorar por encima de todas las cosas es el proceso que tuvo este equipo para llegar hasta donde llegó: del ascenso argentino a la elite del fútbol sudamericano. Saquémonos el sombrero para felicitar a este equipo de Parque Patricios, porque tiene una historia que de no verla, es poco creíble. 

viernes, 4 de diciembre de 2015

EL FÚTBOL EN LAS TINIEBLAS

 Después de tantos años con Grondona al frente de la AFA, teníamos la posibilidad de vivir algo que nadie estaba acostumbrado: elecciones en AFA, que haya dos candidatos con las mismas chances de ganar las elecciones, un acontecimiento democrático e histórico. Pero no, lamentablemente no se puede. Siendo nada mas que 75 asambleístas, es decir, 75 votos, aparecen 76 boletas. Además de que como argentinos nos avergüenza la situación porque este bochorno aparece en los diarios de todo el mundo, el síntoma que hay es preocupación: ¿como vamos a cambiar al fútbol argentino, erradicar a los barrabravas, ordenar los números, si no podemos hacer una simple votación de 75 personas?
 Pero además del papelón, hay otros condimentos que mean encima del fútbol argentino: el presidente de Central Ballester amenazado para que cambie su voto; el vicepresidente de Independiente Rivadavia de Mendoza sobornado para cambiar su voto; el presidente de Atlanta de la nada se levantó y en frente de todos dijo, sin haberle consultado al presidente de Excursionistas que estaba a menos de un metro, que este había renunciado y no podía votar (seguramente habrá sido una avivada irrespetuosa para que el candidato al que él no iba a votar y sí aquel presidente, pierda un voto), y claro, el de Excursionistas lo negó, y una vez realizada la votación, tuvo que marcharse casi a las corridas a su edificio porque había amenazas en la puerta y en la vereda; luego del horror de los fiscales para contar los votos, que entre los seis no hacían uno, Angelici salta con un micrófono a pedir que se vote a mano alzada; el presidente de Crucero del Norte apenas vota se va en avión, como si fuera un trámite; luego se dice que puede haber una lista única, y haber gente, ¿cómo va a haber una alianza entre Segura y Tinelli, siendo dos perfiles tan distintos, teniendo mentes tan diferentes? cosas forzadas no, que se vote de nuevo como corresponde ( en realidad lo que corresponde es que ya se sepa quién es el presidente electo), pero no se sabe cuando se vuelve a votar, y hay un gran problema: ya se vienen las elecciones en los clubes, y si hay nuevos presidentes los votos pueden cambiar. Caos total, una vergüenza, un bochorno. Amenazas, sobornos, miradas feas entre asambleístas, descontrol. Todo en una simple votación de 75 personas. 
 Implementen la boleta electrónica o que no estén pegadas las boletas, no se miren mal, el que pierda que acepte la derrota, que no haya rencores, que no haya sobornos ni amenazas, que sea un acto democrático, que se haga todo lo posible para que algo tan sencillo como una votación de 75 votantes no parezca una reunión entre barras bravas y la mafia china.
 Y si se hace la votación, y si hay finalmente, sin errores para contar los votos, un presidente electo en la AFA (esperemos que sea apoyado por los que no lo votaron para ayudar al fútbol argentino), que haga primero lo primordial: que no haya violencia, que algo sencillo no sea complicado, que no haya rencores, que saque al fútbol de las tinieblas.