martes, 28 de diciembre de 2021
POESIA: LA CRIATURA CELESTIAL
domingo, 12 de diciembre de 2021
CUENTO: EL MONTE EL PIE
martes, 16 de noviembre de 2021
EL GOBIERNO ESTARA OBLIGADO A NEGOCIAR CON LA OPOSICION
viernes, 15 de octubre de 2021
EL KIRCHNERISMO EN SU PROPIA ESPIRAL AUTODESTRUCTIVA
Luego de que se realineara el sistema de partidos argentino con la victoria de Cambiemos en 2015, este pasó a ser de una competencia tripartidista con la escisión de Massa como una tercera fuerza, luego de haber pasado por un sistema de partidos predominante donde el kirchnerismo ganaba en primera vuelta y la oposición directamente ni competía en las elecciones presidenciales, aunque en las legislativas de medio término era capaz de dejar al kirchnerismo en segundo lugar. Con la alianza establecida entre Massa y Cristina en 2019, junto con Alberto Fernández y la reabsorción de ese riñón del peronismo que se había vuelto independiente y donde se encontraban los gobernadores, el triunfo en primera vuelta indicaba que el kirchnerismo ya no era suficiente. Es decir, lejos habían quedado aquellas épocas donde el boom exportador de la soja y el rebote de la caída económica del 2002 le permitían al kirchnerismo ganar cómodamente en primera vuelta, y claro está, con una oposición dividida y sin peso propio. El kirchnerismo necesitó del massismo y de Alberto Fernández, dos férreos enemigos, para ganar armando un gobierno de coalición. Ya su origen estaba viciado: ¿pueden personas que se detestan, que ni por casualidad pueden formar una coalición con cohesión ideológica, tener un plan compartido, dividirse proporcionalmente los ministerios, y, a fin de cuentas, gobernar juntos?
Si Cristina debió apelar a conformar una coalición tan heterogénea para poder ganar las elecciones, eso implica que más allá del núcleo duro de simpatizantes, el kirchnerismo estaba agotado. El electorado no votó la vuelta de Cristina sino que votó al peronismo unido. Sin embargo, a medida que el gobierno fracasó en materia sanitaria, económica y judicial (con el objetivo de derrumbar las causas de la vicepresidente), se hizo cada vez más notorio que el gobierno no era de coalición, sino que el kirchnerismo tomó siempre la batuta. Tanto en la política exterior, las viejas prácticas de controles de precios, los intentos de expropiación, la complicidad con la delincuencia y los sindicatos y la ocupación de los ministerios, el presidente se vio jaqueado ante el veto del socio mayoritario de la coalición que le impidió tomar sus propias decisiones. El balance en cuanto a costos y beneficios para Alberto Fernández es fácil de analizar: él es un "okupa" en el gobierno de Cristina (en palabras de Fernanda Vallejos), que solo fue ungido para dar una imagen de moderación y ganar la elección, y si se vuelve el Alberto Fernández auténtico que criticaba la emisión monetaria y demás errores del kirchnerismo, la tropa de Cristina se le volvería en contra, de forma aún peor que cuando varios funcionarios amagaron con dejar el gabinete y otros cargos, y Alberto pasaría, ganando o perdiendo las elecciones, a ser un presidente en minoría ante la fractura formal de la coalición. Ese escenario sería catastrófico, ya que Alberto quedaría aislado, el kirchnerismo pasaría a ser oposición y eso podría llevar a un inmovilismo en el gobierno o incluso habría intentos de hacer caer al presidente y radicalizar el gobierno a partir de la figura de la vicepresidente (lo que ocurre actualmente pero a velocidad supersónica).
Ante la derrota de las PASO, el gobierno respondió con más kirchnerismo: puso a Aníbal Fernández como ministro de seguridad y este ya protagonizó un escándalo con la amenaza a Nik. De esta forma, la fuerza gobernante profundiza en aquellos elementos que en las elecciones de 2019 quería ocultar para mostrarse moderado: con el kirchnerismo solo no alcanzaba para ganar, y ahora gobierna cada vez más el kirchnerismo en soledad. Difícil que el oficialismo pueda revertir la elección de esa manera.
La emisión rimbombante de pesos va por la misma tendencia: tiene que ver con el clientelismo de utilizar recursos públicos del Estado (en este caso el Banco Central, así como también se utilizó la campaña de vacunación para favorecer a amigos del poder) para perseguir metas personales. Regalar viajes de egresados, bicicletas, heladeras, entre otras cosas, es hacer kirchnerismo explícito para convencer a ese electorado fluctuante que en 2019 votó por el Frente de Todos y ahora lo hizo por la oposición. También parece difícil que dando dádivas con una inflación galopante y sin generar empleo millones de personas decidan cambiar su voto. El prestigioso economista Milton Friedman decía que la peor forma de gastar dinero es gastar el dinero de otros en otros: eso es el gasto público descontrolado en que se ve inmerso el gobierno, quitándole dinero al contribuyente para regalarle pertenencias a los necesitados, que nadie mejor que ellos puede saber en qué les gustaría gastar su dinero si lo tuvieran: el resultado de las PASO demuestra que mucha gente de cualquier clase social quiere honestidad, seguridad, trabajo y una vida digna, no vivir de otros y del Estado. La crisis económica se ve atravesada por la dimensión moral: como diría Immanuel Kant, una acción moral es hacer algo bueno que es bueno en sí mismo, sin utilizar al otro como un medio sino como fin. Para el kirchnerismo el votante solo es un medio para conseguir sus objetivos, no concibe el bien público como un fin que mejore la felicidad comunitaria.
El Frente de Todos se encuentra en una espiral autodestructiva porque los elementos moderados de su conformación que tenían el objetivo de disimular el kirchnerismo se diluyeron, y tiene en este último, parafraseando a Marx, el germen de su autodestrucción. El massismo ya no existe, ya que fue absorbido; el albertismo probablemente nunca existió (y si quiere empezar a existir, como se dijo anteriormente, el presidente quedaría aislado al borde del colapso de una crisis institucional); los movimientos sociales que están dentro del gobierno no pueden contener la crisis humanitaria que hace activar a otros movimientos sociales disidentes; y dos banderas del gobierno, los derechos humanos y el feminismo, se truncaron en la opinión pública ante la realidad de los hechos: durante la cuarentena se violaron derechos humanos y los cambios en el gabinete descartaron mujeres para reemplazarlas por hombres, entre ellos Manzur, opositor a la legalización del aborto. Al Frente de Todos solo le queda el kirchnerismo, aquello que tuvieron que disimular para volver al poder, y aquello que era inevitable que se termine "comiendo" por dentro a toda la coalición, que quedó desnuda ante el electorado luego de las elecciones: los audios de Vallejos, las declaraciones antidemocráticas de Emilio Pérsico, la delirante propuesta de nacionalizar las cuentas bancarias de un legislador y las amenazas de Aníbal Fernández demuestran que el frente gobernante llevaba desde su génesis el germen que ahora lo sumerge en su propia espiral autodestructiva: el kirchnerismo.
martes, 14 de septiembre de 2021
EL PUEBLO SE EXPRESO
lunes, 19 de julio de 2021
POESIA: UN MUNDO SIN RESPUESTAS
martes, 13 de julio de 2021
LA VERDADERA GRIETA: COMUNISMO O LIBERTAD
lunes, 5 de julio de 2021
POESIA: LA MIRADA
Yo viajaba sin cesar, en un atardecer
El micro andaba, mientras el sol bajaba
Las caras extenuadas, tenían los pasajeros que subían
De tanto trabajar, para apenas un mango ganar
Rumbo a su casa iba, el que quería descansar.
Solo sentado se viajaba, parado nadie iba, el protocolo lo impedía
En el fondo cerca mío, dos personas hablaban, mientras el tiempo pasaba
Todo andaba bien, total barato es el boleto, nadie se queja de eso
Hasta que haya que ajustar, y tengamos precios de verdad.
Miraba la pantalla, hasta percibir una mirada, de una chica que bajaba
Sus ojos clavados estaban, llenos de odio se veían, paralizado me tenían
Ya no estaba todo bien, algo andaba mal, en cada pupila un demonio se veía
Una mirada perdida, que no sabía a donde ir, y se paraba en mí.
La puerta se abrió, un manotazo tiró, a mi pantalla que se iba
No se quiso ir, más fuerza tuvo la esperanza, que la desesperanza
De la mirada perdida, que resignada se bajó, endemoniada como estaba
Tal vez yendo a otra parada, a buscar otra pantalla, clavando su mirada
Tomando otro micro, rumbo a la resignación, de un futuro perdido
Allí iba la mirada, bien endemoniada, con todo el pasado por delante.