Dentro de todos los estragos que magullan al fútbol argentino, donde la falta organización, prevención y escasez de proyectos malbaratan a la selección argentina, los defectos son protegidos por una pantalla llamada Lionel Messi y una camada con futbolistas de gran calidad, y que con pericia de entrenadores de jerarquía se consiguió pelear y llegar lejos por un título, aunque en este momento esos jugadores estén pasando por un mal momento en la selección y a Bauza le cueste horrores armar un equipo ante la falta de identidad y una renovación con futbolistas de camadas más nuevas.
Lo que no puede maquillarse es en las selecciones juveniles, donde por más de todos los talentos que haya, no dejan de ser chicos y deben cargar en el lomo con un contexto desfavorable.
Hoy en día, las divisiones inferiores de la selección no se identifican con ninguna forma de jugar, ya que la crisis institucional se traslada a lo futbolístico, donde no hay proyectos a la vista. Tan dificultosa es la aparición de un camino a seguir, que de todas las carpetas presentadas el DT de la sub-20 terminó siendo Claudio Ubeda, que no era uno de los candidatos ni había presentado su proyecto. Así, en la improvisación, no deberían sorprender los trágicos desenlaces que se repiten año a año, como quedar afuera en fase de grupos de Mundiales sub-20 o Juegos Olímpicos.
Las inferiores necesitan de formadores, de hombres especializados en perfeccionar a los chicos. Ubeda puede ser un buen formador, pero debería haber estado trabajando en inferiores hace rato, e ir de forma escalonada dirigiendo a la sub-15, sub-17 y sub-20. Encontrándose con un equipo sobre la marcha y con poco tiempo de trabajo, él y los chicos hicieron lo que pudieron.
La actitud de los juveniles y los pincelazos de talento que desprenden algunos de ellos lograron la hazaña de la clasificación, dependiendo de otro resultado y luego de un trayecto donde nunca se encontró una línea de juego y cualquiera superó a Argentina a la hora de jugar al fútbol. Ahora, clasificados al Mundial, es hora de empezar a planificar, de hacer las cosas seriamente, ¿o esperamos pasar la fase de grupos de la misma manera que nos clasificamos? Los dirigentes deben pedir ayuda a los que llevaron a nuestro fútbol a lo más alto: deben, por ejemplo, sentarse con Menotti y pedirle asesoramiento. No se entiende como no le consultan a alguien que podría ser de gran ayuda. Tal vez la búsqueda de un ideal en el césped no les preocupe demasiado, y solo estén buscando una salida financiera para esta hecatombe económica.
No es casualidad que Messi, Aguero, Higuaín, Zabaleta, Mascherano, entre otros, hayan pasado por las selecciones juveniles y ganado Mundiales sub-20 y Juegos Olímpicos, y que ahora estén en la mayor. Son los frutos de una estructura y del trabajo de formadores como Pekerman y Tocalli. Hoy no hay un Pekerman, y eso significa que tal vez en el futuro no haya un Messi ni un Di María, es por eso que el futuro es preocupante, ya que algún día Messi dejará los botines y otros deberán tomar las riendas del asunto, y esos otros no parecen estar siendo trabajados. Tampoco es casualidad que la selección sub-20 no tenga laterales, que los equipos de primera no saquen laterales (Ubeda utilizó a Molina como lateral derecho, hombre de Boca, pero el xeneize tiene a Peruzzi como titular, y por las dudas el año pasado incorporó a Jara, es decir que no confían en él ni como marcador de punta suplente), que Maradona en el 2010 haya perdido 4-0 con Alemania jugando con Otamendi y Heinze como laterales, y el que supo salir campeón del mundo en el 86 dijo muy sabiamente: "me critican porque puse dos centrales como laterales, pero a quien voy a poner si los laterales no los tengo".
Los clubes también deberían contribuir en la causa formando jugadores. Clubes poderosos como Boca, por ejemplo, no apuesta a las divisiones formativas y compra futbolistas de forma masiva. Torres, goleador de la sub-20 detrás de Lautaro Martínez, no tiene un partido en primera ni sentado en el banco. Los cuatro centrales del plantel son Magallán, Tobio, Vergini e Insaurralde, ninguno de la cantera. Cubas, potencial talento, fue renegado a causa de la incorporación de tantos volantes centrales. Y es interesante detenerse en el puesto de volante central para detallar una falencia en el trabajo formativo: Ascacíbar sin dudas es el jugador más consolidado que tuvo este equipo, siendo titular indiscutido en Estudiantes y ganándose la cinta en la selección, pero es muy curioso que en su historial no se registre ninguna selección juvenil, es decir que nunca lo habían descubierto antes, sino que es convocado por lo que se ve en la televisión del pibe jugando con la camiseta del pincha, cuando antes a Messi lo descubrieron jugando en las inferiores del Barcelona a través de un video: antes se capturaban talentos, hoy ese trabajo está dejado de lado.
De todas formas, entre tantas sombras, se encuentran lejanas luces. Gracias a los chicos que dejaron todo, sin juego por la nefasta preparación pero yendo con una actitud que les dio su premio. A ellos, no a los que los metieron en problemas.
lunes, 13 de febrero de 2017
miércoles, 8 de febrero de 2017
LAS ESCUCHAS QUE DESNUDAN LA REALIDAD
Las escuchas que comprometen al presidente de Boca pidiéndole favores al presidente del Tribunal de Disciplina dejan al descubierto una realidad tan sombría como banal: en la Argentina no se respetan las instituciones y cada uno juega para sus propios intereses. Con este tipo de evidencias no es para sorpresas la actualidad paupérrima que vive la AFA donde hasta se habla de desafiliación en los pasillos de la FIFA. En organismos donde se marca la legitimidad, si no se respetan las normas que rigen sus propias leyes es porque hay toda una estructura que debe demolerse y empezar de cero. El fútbol está agonizando porque muchos dirigentes se enceguecieron de la locura que se vive y a su vez de la irresponsabilidad que eso conlleva, firmando contratos que no podían pagar, y administrando de forma fatídica los recursos de sus clubes donde el 70% de sus ingresos dependían de Fútbol Para Todos. Y todo esto ocurre porque no hay un sistema que lo impida, sino que el sistema es cómplice, como se comprueba en las escuchas, en este caso para penalizar lo mas leve posible las sanciones de dos jugadores de Boca de parte del organismo que dicta las suspensiones de futbolistas. Cuando pedimos un fútbol argentino mas tranquilo, donde se tenga mas paciencia y se pegue menos, hay que acordarse que cuando se quiere castigar ese tipo de patadas delictivas los presidentes levantan el teléfono y del otro lado hay un ente que no actúa como debería.
Así, a pura deshonestidad, el fútbol no va a encontrar la cura en un horizonte cercano. Sanear toda una estructura llevará años. Pero sin dudas es una cuestión cultural, porque de la misma manera hacemos referencia a la política nacional, cuando por ejemplo nos referimos a que restablecer la confianza con la policía también será un trabajo que demandará mucho tiempo, luego de tantos años en los que se la utilizó ambiguamente como mafia.
Luego de la presentación de las dos incorporaciones de Boca, Angelici tuvo el valor de hablar de los audios, y no hizo más que desalentar a los que sueñan con una refundación institucional para nuestro fútbol. Haber dicho que lo que hizo está mal pero lo volvería a hacer, que lo hacen todos los presidentes, y que no quiere que lo favorezcan pero que tampoco lo perjudiquen, son declaraciones del jefe de un club que da por sentado que estas anomalías suceden y no se va a trabajar por erradicarlas. Suena raro de parte de un dirigente que dejó la vicepresidencia de AFA porque a pesar de las reuniones el rumbo del fútbol argentino no cambiaba su apariencia de ejecución. Angelici debe saber que este tipo de cosas también deben cambiar, para cambiar al fútbol argentino. Además, el pensamiento ilusorio de que toda medida es en forma perjudicial, nos transforma en paranoicos cuya paranoia transforma al fútbol en tierra de nadie. Si se publica un fallo, no se debería pensar en que te están perjudicando, ya que es la sanción que corresponde. Es un criterio muy arbitrario el de que las expulsiones en amistosos no deben ser sancionadas de forma oficial (si fuera así, pegar en los amistosos sería gratis, y nadie con sentido común querría eso), pero si las normas están dadas, deben cumplirse, no sacar ventajas yendo en contra de la ley.
Tienen un punto en común las escuchas entre CFK y Parrilli, donde se habla de presionar a Casanello, quien ya sabemos porqué se lo apodó como "tortuga" y luego pareció transformarse en liebre. No hace falta explicar que es una situación grave, ya que la justicia debería ser independiente. Una situación similar donde las instituciones no funcionan y parecerían no existir.
El año pasado hubo audios de Rafael Di Zeo, líder de la barrabrava de Boca, comentando que el "pacto con Angelici es a muerte". Angelici todavía no habló sobre el tema públicamente. Pero al fin y al cabo, son audios que desnudan una realidad que nadie desconocía. El problema es que la realidad es anómala y debe ser aseada, acerca de las ventajas deportivas que intentan conseguirse de forma ilegítima; el fallido rumbo económico que toman muchos presidentes y que ahora esperan la mano de un empresario salvador que compre los derechos televisivos; y la incorregible complicidad que se tienen con los barras, un mal tan desgarrador como el narcotráfico; y todos los vicios que deban aniquilarse para sacar el fútbol adelante. Los audios podrían ser una herramienta para comprometer y así cambiar las decisiones de los que corrompen lo legítimo.
sábado, 4 de febrero de 2017
UN DICTAMEN ENREVESADO PARA GUILLERMO
Luego del retiro de Palermo Boca tuvo un dilema difícil de resolver: tener un centrodelantero de nivel regular y con una continuidad en el tiempo. La 9 heredada del histórico goleador fue primero para Viatri, que entre lesiones e irregularidades en el rendimiento terminó renegado. Cvitanich alternó con lesiones al principio pero a pesar de asentarse no se renovó el préstamo que se firmó con el Ajax holandés hasta junio de 2012. Silva concluyó su paso por La Ribera castigado por su pobre promedio de gol. Blandi se marchó a San Lorenzo cansado de que no le confíen la titularidad. Gigliotti fue el delantero con mejor promedio de gol después de salida del titán, pero la llegada de Osvaldo, cuyo combo trajo escándalos y lesiones, lo renegó y terminó en China (muchos dicen que su salida la concretó el penal atajado por Barovero, pero en realidad Arruabarrena nunca dejó de tenerlo en cuenta). Lo de Claudio Riaño fue una jugada dirigencial que terminó como un penal tirado a la tribuna: escasos partidos como titular y apenas dos goles en una temporada. Pero la apuesta por Calleri salió bien y lo vendieron en 12.000.000 de dólares. Ahora Boca cuenta con dos goleadores en su plantel; Benedetto, que llegó como un hombre de jerarquía a costo de 5.000.000 de dólares; y Bou, que llegó por un valor cercano a 750.000 dólares como una apuesta de la comisión directiva como fue con Riaño y Calleri, y su caso se parece mucho más al del segundo que al del primero.
Primero, cuando hacemos referencia a un futbolista que vive de convertir, hay que destacar que para evaluarlo se debe también examinar el funcionamiento del equipo, ya que sus compañeros son los que lo hacen llegar al gol. Si Boca tiene dos delanteros con un promedio de gol altísimo es porque más allá de quien juegue el equipo hace goles y genera peligro. En el último amistoso jugado ante Chivas en México Boca creó muchas oportunidades, pero el único que pudo convertir fue Bou, demostrando la especialidad que no tuvieron varios de sus compañeros en el encuentro de fatídica transmisión por internet, donde varios hinchas recibirán un reembolso por los errores en la emisión. Angelici advirtió con transmitir a Boca por internet quitando los derechos de televisación a la AFA si no había un acuerdo, pero las malas señales de la Argentina desestiman su innovación.
Guillermo está ante un dilema complicado pero hermoso para cualquier entrenador: arreglárselas para tomar la mejor decisión posible en una competencia deslumbrante. Pero son tan rebuscadas las vueltas de la vida que tal vez no estaríamos hablando de esto si no fuera por la lesión de Benedetto sufrida ante San Lorenzo, ya que el portador de la 9 era el delantero titular y venía marcando tantos de una factura importante. Bou entró, la metió en ese mismo partido y no paró ni en los amistosos. Además, el hermano de Gustavo Bou de a poco va demostrando cualidades que igualan a la de su competidor proviniente de México, que nos fascinó a todos marcando desde 30 metros ante Quilmes o de vaselina ante San Lorenzo: Bou, en los amistosos de verano, marcó goles como si fuera un hombre experimentado y no un chico de 23 años, como el cabezazo letal ante Estudiantes y el remate de zurda en dos tiempos que sacó de la galera contra San Lorenzo.
Es para resaltar la jugada de la comisión directiva de Boca, ya que puso los ojos en Walter Bou cuando solo llevaba un semestre jugado en primera división: son apuestas que pueden salir bien, como la de Calleri, o que pueden pasar sin pena ni gloria, como Riaño. Además, contratar un futbolista de poco renombre proyectando que va a explotar es no solo una incorporación al plantel, sino una inversión que multiplica el patrimonio de las arcas del club. Calleri llegó por una suma similar a la de Bou y se fue por 12 palos verdes; y si el ex Gimnasia continúa por este nivel ascendente seguro su valor en el mercado llegue a una cifra alucinante.
Si se inclina por Bou, Guillermo confía en la actualidad y futuro; si lo hace por Benedetto le está respetando el lugar a un titular que dejó de serlo por una lesión y no por una merma futbolística; y si se inclina por ambos, estaría comprometiendo el ideal del esquema, pero los buenos jugadores y sobre todo equipos se saben adaptar a las circunstancias.
Es para resaltar la jugada de la comisión directiva de Boca, ya que puso los ojos en Walter Bou cuando solo llevaba un semestre jugado en primera división: son apuestas que pueden salir bien, como la de Calleri, o que pueden pasar sin pena ni gloria, como Riaño. Además, contratar un futbolista de poco renombre proyectando que va a explotar es no solo una incorporación al plantel, sino una inversión que multiplica el patrimonio de las arcas del club. Calleri llegó por una suma similar a la de Bou y se fue por 12 palos verdes; y si el ex Gimnasia continúa por este nivel ascendente seguro su valor en el mercado llegue a una cifra alucinante.
Si se inclina por Bou, Guillermo confía en la actualidad y futuro; si lo hace por Benedetto le está respetando el lugar a un titular que dejó de serlo por una lesión y no por una merma futbolística; y si se inclina por ambos, estaría comprometiendo el ideal del esquema, pero los buenos jugadores y sobre todo equipos se saben adaptar a las circunstancias.
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