sábado, 24 de octubre de 2015

BOCA 2 LANÚS 0: DEMOSTRAMOS TENER OFICIO EN ESTAS INSTANCIAS

 Después de la derrota con Racing todos iban a mirar a Boca de reojo, ya que surgían las dudas sobre si el equipo del Vasco tenía la jerarquía para conseguir ambas competiciones, muchos creían que empezaban a aparecer los fantasmas de La Volpe, y para desmentir cualquier superstición que dude sobre el oficio de este equipo, había que pasar a la final de la Copa Argentina volviendo al fútbol que está cerca de consagrarnos, recuperando la presencia en mitad de la cancha, solidez defensiva y contundencia en ataque.
 Boca fue muy superior a Lanús, un equipo que con transiciones rápidas puede hacer mucho daño por los costados, pero a diferencia del partido con Racing, no nos pudieron doblegar y les hicimos sentir la alta presión, denegando cualquier asociación contraria, donde fue importante que los laterales estén mas concentrados en la marca, y el Cata Díaz para apagar cualquier incendio que se podía generar cuando fallaban los marcadores de punta. Y si bien Boca tampoco jugó con un fútbol deslumbrador (la mayoría de los minutos disputados fueron de un partido chato), fuimos, de los dos elencos, el que más jugó por lejos, aferrándonos por momentos a la fricción, pero por momentos teniendo la posibilidad de generar espacios ganándole las espaldas a los defensores granates, como en el penal que le hacen a Meli y en el gol de Carlitos, y donde no hay referencias, todos se mueven: Meli y Pérez repartieron posiciones en la mitad de la cancha y el tándem Lodeiro-Tévez volvió locos a todos los rivales.
 Comparando ambos equipos, no es muy difícil darse cuenta de que Boca tuvo mas oficio para disputar esta instancia, ya que estuvo sereno y tuvo el control absoluto del encuentro, mientras que Lanús fue pura desesperación, por momentos alterándose inútilmente. Y comparando este partido con el que Boca perdió en Avellaneda, tampoco es muy difícil darse cuenta que aquel compromiso fue un traspié y nada mas, ya que pasamos de ser el equipo desequilibrado, desmedido y sin control a estar del otro lado, del orden, el equilibrio y control absoluto del trámite, lo que marca una virtud fundamental de Boca para levantarse y cambiar la cara.
 Ahora Boca tiene dos finales, y de ganar los dos partidos puede consagrarse dos veces, ahora, con la cabeza en Tigre, habrá que ganar uno de los partidos mas difíciles del año: no extrañar al Cata, que sus habituales acompañantes que se sienten ordenados por él se ordenen entre ellos. Y Erbes, que es clave en el orden, el repliegue, en la salida desde el fondo y en la presión, tampoco estará. Depende de nosotros demostrar que además de tener el oficio para poder imponer nuestro juego en estas instancias, tenemos el oficio para reemplazar nombres indiscutibles.
 Podemos estar tranquilos, que Boca es capaz de ganar todo, y lo que se diga desde afuera no son nada mas que ladridos de perros. Lo mas importante es lo que se haga adentro de la cancha, donde sabemos perfectamente jugar este tipo de finales.

martes, 20 de octubre de 2015

RACING 3 BOCA 1: DANDO TANTAS VENTAJAS, NO SE PUEDE SER CAMPEÓN

 Que Boca haya jugado mal y perdido no quiere decir que los jugadores no hayan dejado todo, menos en semejante instancia del campeonato, pero faltó actitud para que no nos den un baile táctico, ya que se me viene a la cabeza el partido de Argentina con Ecuador y a mi entender, sin que Racing nos de una paliza futbolística, nos dio una paliza táctica recordándonos lo que es elemental en el fútbol para jugar bien: imponer la idea propia, y anular la ajena.
 Boca dio demasiadas ventajas como para jugar un partido en el que de ganar, se salía campeón: Tévez, el jugador insignia, con máscara, y para peor, parecía que no lo teníamos en el radar, porque en momentos de tanta desesperación y crisis, solo la imaginación supera a la ciencia, y qué jugador mejor que él para imaginarse algo (en las pocas intervenciones que tuvo, demostró distinción: taco para asistir a Erbes y caño a Gastón Díaz para desbordar y tirar el centro atrás), pero la confusión general hizo que él esté perdido como el resto; le regalamos a Racing todo el ancho de la cancha, permitiéndole a Noir, Acuña, Pillud y Voboril hacernos el 2-1 por las bandas, fórmula muy sencilla que Boca, que no tiene volantes que hagan las bandas, no pudo resolver, mas el aporte de Romero tirándose por momentos a un costado o lo mismo de parte de Bou; y el tema de las expulsiones, uno de los rivales mas complicados del torneo, otra vez nos tuvieron a maltraer, porque con 10 hombres es bastante complicado jugar, y más cuando apenas van dos cuartos de hora del partido, pero aún así, no es imposible jugar, sí es imposible jugar cuando teniendo tres volantes de los cuales dos están amonestados (luego Bentancur ingresó por Pérez y Palacios por Lodeiro, quedando con una mitad de la cancha despoblada y sin contención, donde Erbes, el único que marcaba en serio, estaba amonestado) y no lo digo individualmente sino como algo colectivo, no nos sabemos controlar, ahí está la explicación de los 10 expulsados en todo el torneo, de la macana de Monzón el otro día y de la acción infantil de Erbes en un lugar de la cancha donde no corría peligro, es decir, totalmente innecesario.
 Entonces, no nos pegaron un baile (en el segundo tiempo la única que vez que nos patearon al arco fue el penal de Saja, pero claro, nosotros tampoco pudimos hacer mucho), pero Racing fue superior desde el primer minuto, cuando eran 11 vs 11, 11 vs 10 y 11 vs 9, nos doblegaron por las bandas, nos sorprendieron llegando al área por sorpresa, no lo dejaron participar a Carlitos, que lo obligaron a jugar mas de doble cinco que de enganche mentiroso o segunda punta, y dejaron evidenciado lo que nos cuestan este tipo de compromisos, ante un clásico rival, donde definitivamente no somos el Boca que todos conocemos, no podemos imponer nuestro juego.
 Todos nos quedamos con las ganas de salir campeones, pero si no fue contra Racing, puede ser contra Tigre, con nuestra gente, donde no va a haber ningún Aprevide que nos impida festejar, y si no se nos da con Tigre también podemos festejar contra Central en Rosario, porque las matemáticas juegan a nuestro favor, y estamos un paso de conseguir el objetivo, pero además de lo matemático, dependemos de nosotros en lo actitudinal, en olvidarnos de este paso en falso y ser el equipo que fuimos todo el torneo, con el juego que nos hizo llegar hasta este lugar privilegiado, que muchos nos hacen pensar que lo peor que se puede ser es ser Boca, pero está en nosotros demostrar que se equivocan, que a cualquiera le gustaría estar a una victoria de un campeonato. Los fantasmas de La Volpe van a dar vueltas por la Bombonera para asustarnos, pero si somos fuertes y no le tenemos miedo a la catástrofe, vamos a conseguir el juego de siempre para darle la alegría a todo el pueblo xeneize, tenemos que estar tranquilos, tomar esta derrota para aprender de los errores y jugar como sabemos.

domingo, 18 de octubre de 2015

VÉLEZ, EN CAMINO A LA DESTRUCCIÓN

 No está mal priorizar la economía sobre lo futbolístico, pero siempre debe haber un equilibrio que amortigüe cualquier decisión, ya que puede ser un ejemplo que Gámez tenga como prioridad acabar con el pasivo que tortura a la institución de Liniers, pero no hay que olvidarse que es un equipo de fútbol, y lo que ve la gente cada fin de semana es a los 11 muchachos correr detrás de una pelota, nadie ve las cuentas, egresos e ingresos del "fortín".
 Un pasivo de mas de $200.000.000 no es de ahora, sino que viene de presidentes anteriores,  de pésimas gestiones donde parecía que Vélez era un club modelo, pero de a poco iban creciendo sus deudas. Pero vamos a hablar de la gestión actual, donde preside Raúl Gámez: un club en una situación similar como Independiente, de la mano de Hugo Moyano va manejando el tema de la deuda pero sin dejar de lado el plano futbolístico, generando futuros ingresos como podrían ser la venta de Mancuello, de Albertengo, de Tagliafico, jugadores con poder de reventa, que sin dudas van a generarle futuras ventas con dinero fresco para el club; en cambio, Gámez decidió sacrificar todo lo que tenga que ver con lo futbolístico, desmantelando un plantel con jugadores que habían sido campeones con el club, es decir, desechando todo lo bueno que había echo Gareca y anteriores presidentes en el plano futbolístico, plagando el plantel de juveniles, que amén a los tiempos de hoy en día, no escuchan a los pocos referentes que tiene el plantel y al entrenador, que tiene que ser mas un técnico de reserva que de un equipo de primera, y todo esto lleva a que Vélez se ubique en las peores posiciones de la tabla después de mucho tiempo. Por lo tanto, Gámez tal vez quede en la historia como el que apagó el incendio de la deuda, pero también como el que arruinó a Vélez y lo condenó a hacer una pésima campaña en tiempos en donde la gente se acostumbró a ganar campeonatos. Y además de eso, logró que Cubero, uno de los máximos ídolos y jugador con mas presencias en la historia, ponga en duda su continuidad.
 Y además de lo dicho anteriormente, lo que hizo mal Gámez fueron las formas con las que manejó la situación: Sebastián Domínguez, que era una pieza clave, dejó el club cuando faltaba poco para comenzar el torneo, es decir, lo dejó a Russo sin un jugador fundamental y con poco tiempo para rearmar el fondo; los dejó colgados a Cabral y a Sosa cuando el mercado de pases todavía no había comenzado, vaya reconocimiento para jugadores que fueron campeones; y no hizo ningún intento por retener o reemplazar a Pavone y a Pellerano, que eran de los pocos jugadores de jerarquía con los cuales hacía pie el plantel.
 ¿Cuanto tiempo va a soportar la gente viendo a un equipo juvenil? Tal vez se pueda empezar a pensar en generar ingresos trayendo refuerzos para luego revenderlos, para mantener un equilibrio entre lo futbolístico y lo económico, porque en esta situación, además de bajar el pasivo, baja el promedio.

miércoles, 14 de octubre de 2015

SE DUDA BASTANTE DE LA GENTE PROFESIONAL

 La paciencia es elemental en los momentos de crisis, ya que con ella se puede trabajar para reparar los estragos. Sin la paciencia, Sir Alex Ferguson se habría ido del Manchester United en su segundo año en la institución, y no hubiera escrito la historia de páginas doradas que supo escribir en el elenco inglés, donde no comenzó a ganar todo de un día para el otro, sino que empezó con el pie izquierdo, pero se tuvo la paciencia para mantenerlo en el cargo hasta conseguir (y superar) todos los objetivos.
 En este ciclo de la selección argentina bajo el mando de Martino, podría decirse que se está padeciendo una crisis, y desde la llegada del ex entrenador de Newell´s hubo cuestiones que dejaban dudas: comenzó de forma mas que perfecta venciendo a Alemania 4-2, pero luego aparecieron las preguntas sobre porqué Enzo Pérez, clave en el último tramo del Mundial que vio a Argentina sub-campeona del mundo, no era tenido en cuenta para la Copa América; porqué puso su idea y su estilo por encima de todo, dejando de lado la identidad que había llevado al equipo de Sabella a conseguir buenos resultados, donde se había armado un grupo y los futbolistas estaban compenetrados con la idea del entrenador, cosa que muchas veces no sucedió con Martino: el equipo quedaba largo, falta de sorpresa y profundidad en la posesión del balón y poca presión en la mitad de la cancha, eran factores que demostraban que cuando un técnico llega a un equipo que ya está armado, debe seguir por la misma línea y no pegar un volantazo, cambiando cosas que se estaban haciendo bien, pero dos buenos partidos en los cuartos y semifinal de la Copa América nos llevaron nuevamente a la puerta de romper la sequía, donde la confusión general, increíble falta de identidad e iniciativa nos llevaron nuevamente a ser sub-campeones. En resumen, Martino no empezó de gran manera sus tiempos en el seleccionado argentino, además de derrotas que no estaban en los planes de nadie (0-1 con Portugal en el duelo Cristiano-Messi, 0-2 con un nefasto Brasil, y ahora 0-2 con Ecuador y un triste 0-0 con Paraguay). Pero si queremos sacar adelante a la selección, se debe mantener la paciencia y apostar al trabajo de Martino, confiando en lo que se basó cuando se lo fue a buscar, y no caer en la locura general de querer echar a todo el mundo. Sabella había empezado mal las eliminatorias y se dudaba de su continuidad, hasta que el equipo despegó en la victoria con Colombia por 2-1 en la cuarta fecha y miren si no terminó bien: finalista de la Copa del Mundo.
 En Paraguay, Ramón Díaz parece ser otro baqueteado: le cuestionan no haber ganado los dos partidos, luego de ser semifinalista de la Copa América y sacando 4 de 6 puntos. Insólito, ya que su equipo no jugará como para ir a verlo al teatro, pero sabe lo que quiere, es sólido y no regala nada. Y mas importante aún: suma puntos.
 De la catástrofe que fue el partido con Ecuador, pasamos a ser mas ordenados en lo defensivo ante Paraguay, y aunque el equipo sigue desconectado, sin encontrarse, se corrigió un aspecto importante, y así, de a poco, el cuerpo técnico irá armando, pieza por pieza, un rompecabezas que hoy parece estar desarmado. Pero tengamos paciencia, que el juego recién salió del huevo Kinder, y por empezar a jugar sin saber las reglas nos fue como nos fue con Ecuador (no pensamos en lo que iba a hacer el rival, y fuimos notablemente superados y un puro desorden).
 Messi, de ser hyper cuestionado, ahora es extrañado, sin escalas. Por eso, hay que confiar en Martino, no queda otra opción. Paremos la pelota y pensemos, que los profesionales están donde están por algo.

domingo, 11 de octubre de 2015

RIVER 1 BOCA 0: AY, MONZÓN...

 En este tipo de compromisos con fines exclusivamente económicos, por mas de que uno de los dos equipos sea el ganador, el que mas gana es el banco que auspicia a ambos equipos, eso está mas que claro, pero aunque el partido sirva para darle rodaje a futbolistas que no suelen ser titulares, siempre se le quiere ganar a River, y lo que sucedió anoche fue que estuvimos muy lejos de la victoria.
 Con varios juveniles, los mas experimentados debían marcar el rumbo, y Monzón, el de mas experiencia, fue el que actuó de forma mas infantil, condenándonos a improvisar el lateral izquierdo con Fuenzalida (luego con Komar), dejándonos con un hombre menos, y despoblando más la mitad de la cancha, que ya con 11 hombres padecíamos la presión del rival, y a todo esto a Monzón lo expulsaron cuando iban 30 del primer tiempo, donde hace no muchos minutos no nos habían cobrado un penal en una jugada que estrellamos un cabezazo en el travesaño, es decir, cuando todavía teníamos esperanzas de empatarlo.
 Pero además de que los de Gallardo le ganaron la espalda a Cubas, tuvieron mas presencia en ataque, jugadas mas elaboradas, de hacernos sentir la presión, estando con un jugador menos logramos no perder por mas goles, y protagonizamos un papel un poco mas digno que cuando estábamos con igualdad de futbolistas, ya que aunque el equipo siguió desconectado, intentamos buscar la igualdad con pura garra, pero no alcanzó ya que lo que nunca hubo fue fútbol. Con Palacios y Cristaldo estuvimos cerca dos veces, ya que desde el ingreso de ambos tuvimos mas frescura, le dimos un poco mas de sentido a la tenencia de la pelota, pero no fue mas que una derrota digna por como se dio el partido (jugar 60 minutos con uno menos). No mas que eso.
 Si hay que sacar conclusiones, además de que River nos marcó la parada, es que Marín volvió a complicarse por su sector y parece no tener lugar, que Magallán volvió bien, que Rolín estuvo muy seguro y respondió cuando parecía que se venía el 2-0, que Monzón tal vez perdió el lugar que supo ganarse, que Cubas es un chico con mucha personalidad pero que solo en el medio no puede, que Fuenzalida se la bancó jugando de 3, que Bentancur también se la bancó jugando de 8 y de 10 al mismo tiempo, que Meli hoy en día seguro es titular, que Chávez tuvo mucha entrega para ganar la posición en un par de ocasiones y que Palacios es mucho mas que Pavón. Tal vez para eso haya servido realmente este encuentro, que perdimos merecidamente, pero aún así el rival no mostró su mejor versión, si hay algo para destacar del equipo de Arruabarrena.
 Este fue un paso en falso, pero no deja de ser un amistoso jugado con suplentes, y lo que realmente importa es el partido con Racing, donde puede llegar a estar la consagración. No nos distraigamos con compromisos donde hasta en el césped se veían publicidades. Pero de todas formas, para qué te traje, Fabián...

viernes, 9 de octubre de 2015

PALIZA TÁCTICA

 Cuando un equipo gana con neta superioridad y atacando constantemente todo el partido, encontrando espacios por doquier todo el encuentro y hasta tomándolo como un compromiso divertido, mientras la gente grita "ole", es un baile. Pero, cuando el equipo con mejores nombres tiene la iniciativa, pero no encuentra los espacios, mientras que el otro conjunto consigue lo que fue a buscar de acuerdo a los recursos que maneja, es una paliza táctica. 
 Ecuador jugó de acuerdo a sus nombres: con velocistas como Valencia, Montero o Bolaños, la endeblez defensiva de Argentina iba a quedar evidenciada: equipo largo, defensores mas lentos que los atacantes quedan pagando, y con la pelota, nadie que se haga cargo, y decisiones fallidas. 
 Argentina no encontró el rumbo: Martino pretende jugar como jugó su Newell´s y como juega el Barcelona, pero es una decisión errónea, ya que el equipo queda muy largo, los laterales no tienen protección cuando pasan al ataque, los centrales sufren, y su principal problema: la mitad de la cancha, donde con Mascherano metido entre los centrales, con Pastore jugando mas de 10 que de volante por izquierda para cubrirlo a Mas, y con Biglia, que queda vagando en aguas perdidas, no hay presión para soportar una pérdida de la pelota, donde los extremos tampoco dan una mano, y a la hora de tener la pelota no hay movilidad, todo parece ser improvisado, mientras que en los ecuatorianos todo fue trabajado. Y para peor, el cambio de Lavezzi por Pastore nos confundió mas, ya que lo mínimo que había de presión en la mitad de la cancha se perdió sacando un volante, para poner mas gente en ataque, que no sirve de nada cuando no hay nadie que elabore juego para que la pelota llegue a terrenos ofensivos con claridad. 
 Lo mejor de Argentina fue muy poquito, y como se dijo anteriormente, improvisado: una rebeldía de Correa para incomodar al arquero Domínguez, alguna guapeada de Tévez, que claro, si Martino llegó al cargo de DT del seleccionado nacional es porque sabrá mucho mas de fútbol que muchísimas personas, pero a mi entender Carlitos no es un nueve de área, y si se lo coloca en esa posición es para que juegue de falso nueve, para que se tire atrás y llegue a la posición de nueve de área otro jugador por sorpresa (sucedió con Mascherano, el menos indicado para llegar a zonas de definición), ya que en los últimos tiempos los mejores rendimientos del Apache fueron jugando detrás de un punta. 
 Podría decirse que se dinamitó lo bueno hecho por Sabella, pero si ahora está Martino, basta de cambios, aguantemos su idea, que por ahora es un plan fallido, pero lo que menos debemos hacer en estos momentos es seguir pegando volantazos, apostemos al trabajo actual. Con Paraguay tendremos revancha. 

lunes, 5 de octubre de 2015

BOCA 1 CRUCERO DEL NORTE 0: ABRIMOS EL FREZER, METIMOS EL PARTIDO Y SACAMOS LA CERVEZA

 Los primeros 15 minutos parecían de un partido entre el Real Madrid y el Real Betis, como el que ganó esta temporada el equipo merengue por 5 a 1, entre otros tantos partidos que sacan tanta diferencia el Madrid y el Barcelona en España, es decir, la diferencia en cuanto a presupuesto y posición en la tabla se hacía notar en el juego. Dominábamos la pelota de un lado al otro con mucha agresividad, de forma parecida al partido con Banfield, solo que el rival de Misiones era aún mas vulnerable, y realmente parecía mas un partido del fútbol español que de nuestro campeonato porque era todo demasiado simple: Crucero defendía en línea con cinco hombres, pero nadie salía a presionar al portador de la pelota, por lo tanto, ante la estática del rival, la movilidad propia derrumbaba muy sencillamente la estructura del rival, de hecho en el primer cuarto de hora ya teníamos un penal (errado), un gol y tres disparos al arco.
 Pero como ya es costumbre en nosotros, nos cuestan demasiado los elencos recién ascendidos o mas precisamente los que vienen a defenderse a la Bombonera, no porque esté latente una ruptura en el resultado, sino porque no podemos mantener la misma intensidad durante los 90 minutos. Se podría decir que congelamos el partido, ya que al no seguir brillando de la misma manera que en los primeros minutos y ante un rival sin recursos como para neutralizarnos y hacernos daño, el asunto entro en un estado de parálisis. Ver un partido con mucho roce, poco juego, pocas situaciones, y donde solo Tévez puede hacernos sentir algo de chispa por su capacidad individual (que obviamente sucede en una jugada aislada, que no suele ser habitual, ya que un solo jugador no puede por sí solo quebrar el transcurso del partido si no hay un equipo que lo acompaña) no es un buen espectáculo para la vista. Y en un pensamiento conceptualista se diría que Boca no encontró su estilo, que por mas de que Crucero perdió, fue el que mas ganó, ya que consiguió lo que fue a buscar: perder dignamente, sin ser bailado por Boca. Pero desde una mirada resultadista está mas que claro que Boca cumplió: brilló hasta hacer el gol, luego encerró el marcador en un frigorífico para que no cambie mas, y sin atacar, como el rival no atacaba, el partido estaba cocinado, no iba a haber mas goles, aunque siempre está el riesgo de que un error propio te deje pagando, pero por suerte los santos no quisieron que estemos meados por un elefante.
 El fútbol está para ganar, aunque siempre hay que preguntarse de qué forma se llegó al resultado final. Si es ganando como con Banfield mejor, pero aunque muchos no lo crean, saber congelar partidos también es un arte (el arte de la conveniencia), y el ingreso de Fuenzalida en vez de la entrada de Palacios o Chávez explica lo que el Vasco comprendió: ganar 1-0 o 5-0 te da tres puntos, a nadie le dan mas puntos por convertir mas goles, y si Boca ganaba estaba a 6 de San Lorenzo faltando tres fechas, ¿para qué arriesgarse? Metimos el partido en el frezer, pero sacamos la cerveza: no habremos disfrutado de una actuación inter-estelar del equipo del Vasco, pero podes tomar cerveza tranquilo, que sacando 4 de 9 puntos levantamos otra copa. Disfrutemos.

viernes, 2 de octubre de 2015

ROMÁN NO LE HACE MAL A NADIE, DICE LO QUE PIENSA

 Que falte algo de reconocimiento para el equipo de Arruabarrena, que llevó a Boca de nuevo a los primeros planos luego de un año y medio fatal y que ahora está cerca de conseguir dos campeonatos es cierto, como también es tan cierto lo que dijo Román de que Marín no fue mas tenido en cuenta por el Vasco luego de su error con River, como también es muy cierto que si River va a jugar con el Barcelona es porque fue el mejor equipo de la Argentina en el último tiempo, muy por encima de Boca, y que no se come el cuento de que Boca perdió en el escritorio y no en la cancha ya que en los 135 minutos que se jugaron no le pateó al arco a River también no deja de ser cierto (de terminar en gol el mano a mano de Calleri en el Monumental podría haber cambiado la historia, pero es solo una situación clara, es decir que prácticamente Boca no pateó al arco).
 Pero lo que no es cierto de ninguna manera es que haya una mala actitud de Riquelme para con el plantel de Boca, ni que esté "celoso" porque el jardín de su casa tenga otro dueño, que su camiseta la use otro ídolo o que su gente coree otro nombre. Simplemente sus declaraciones son lo que en el fondo piensa cualquier hincha de Boca, solo que muchos no lo dirían por orgullo propio, pero como él era el que mas pensaba en la cancha, también es el que mas piensa afuera, por lo tanto no va a gambetear ninguna realidad como por ejemplo que River superó a Boca notablemente en lo futbolístico, como tampoco gambetea que Boca siempre va a ser el mas grande del país y le gana 6-3 a River en Libertadores.
 Entonces, no hay que juzgar a alguien por su nombre sino por sus dichos, porque como se dijo anteriormente, sus declaraciones no son ofensivas sino sensatas, y se toman como se tomaron nada mas que porque su nombre es Juan Román Riquelme, el máximo ídolo de la historia de Boca. Y hay pruebas: Giunta dijo que a Boca en los superclásicos le faltaba poner mas huevos, totalmente incomparable con lo que dijo Román, y no recibió ningún palo de la prensa.
 A Román se lo trata de "busca ronia" como cuando se lo trataba a Orión de "mala leche" cuando tuvo los incidentes con Bueno y Gamba, términos que son totalmente desacertados y cuyo significado es totalmente incomprobable en sus respectivos protagonistas.
 Por lo tanto, como dijo Riquelme (otra vez con mucha sensatez), no hay que buscar maldad donde no la hay, en un tipo que no le hace mal a nadie, sino que dice lo que piensa, y no solo lo que él cree, sino lo que cree el hincha de Boca.