Ya comenzado el mercado de pases, Boca debe empezar a diagramar su plantel para la temporada 2017/2018, donde disputará la Copa Libertadores en el primer semestre del próximo año. Al igual que como viene siendo la política de incorporaciones de esta dirigencia boquense, se apuntan a jugadores con potencial para un buen valor de reventa (como Calleri o Meli, por ejemplo) y con capacidad para que la camiseta auriazul no sea pesada (aunque eso nunca se sabe hasta que llega el momento: el "burrito" Martínez tuvo un mal paso por Boca, cuando todo apuntaba a que iba a ser un refuerzo top). Pero Angelici y su equipo dirigencial junto con Guillermo (es lógico que el DT intervenga y tome la iniciativa en las decisiones acerca de las incorporaciones, ya que es el que va a decidir quienes son los titulares) no parecen estar bien orientados en la contratación de Abila, y en este análisis puede explicarse porqué, además de los aciertos.
Lo fundamental a tener en cuenta en un mercado de pases es qué puestos hacen falta cubrir, y una vez que se determinan las necesidades, se baraja un presupuesto para ver con qué vara de jerarquía pueden sumarse determinados futbolistas (en el caso de un gigante como Boca, con tantos ingresos y las cuentas en orden, parece dispuesto a romper el chanchito), y luego se buscan los jugadores para esos puestos y que sean afines a la idea del cuerpo técnico. Una vez que se cumplieron las necesidades, que se tiene el agua y el pan, si lo económico ayuda puede aparecer algún lujo para cerrar la comida con un chocolate, siempre y cuando no se caiga en una contratación innecesaria (traer a un jugador en cuyo puesto ya hay más de un profesional tenido en cuenta) y sin tapar erróneamente a un juvenil que puede rendir e incrementar el patrimonio del club en un futuro.
Todos los cañones del mercado parecen apuntar a Pavón, quien tuvo altibajos pero sacó a relucir sus condiciones de crack en varias ocasiones, con asistencias y goles de gran factura, y parece que el mercado comenzó a moverse, ya que el Zenit ofreció una suma de aproximadamente 15 millones de euros, pero terminó desestimando la compra del pase. Al ser Pavón el jugador a vender, aunque todavía no esté vendido, es una buena idea la contratación de Espinoza, con similar edad y características, para que el puesto esté bien cubierto y haya competencia para Benítez y Solís. Aunque el caso es distinto: hay que recordar que Pavón llegaba procedente de Talleres por una suma muy accesible para Boca, y el ex Huracán se sumará a préstamo con una elevada opción de compra debido a que viene del viejo continente. Pero la cuestión es que Boca necesitaba un extremo, teniendo en cuenta que a Guillermo le gusta jugar con 4-3-3, la baja de Centurión y la posible salida de Pavón. Este refuerzo es un gran acierto. Dependerá de Espinoza ser un beneficio para Boca como lo hizo Pavón.
La llegada de Paolo Goltz es una ambigüedad: por un lado, puede decirse que la defensa debió ser removida en su totalidad durante el tramo final del torneo y que sumado a la salida de Tobio, se necesitaba jerarquía en la zaga, y el ex hombre de Lanús es el indicado porque Guillermo y Gustavo lo conocen bien, es un central de buena técnica, veloz y con una voz de mando muy adecuado para el juego del xeneize, y tuvo un gran paso por el granate siendo el estandarte de aquella obtención de la Copa Sudamericana 2013, y siendo titular en su paso por el América, un grande del continente. Además, al igual que Benedetto en su momento, Goltz resignó dinero para poder arribar a la Argentina. Boca necesita jugadores con estas ganas. Pero el lado negativo del asunto es que si se analiza a nivel macro todos los mercados de pases gestión Angelici, no puede contabilizarse uno solo en el que no haya llegado un marcador central, lo que marca una grave falencia en las contrataciones y en la incapacidad para que aparezcan juveniles en primera, aspecto que se hablará más adelante. Con Goltz, Insaurralde, Vergini y Magallán Boca tiene totalmente cubierto el sector central de la defensa, y lo más intuitivo sería pensar que la dupla titular al comenzar el semestre será Goltz-Magallán, este último habiéndose ganado el puesto luego de tiempos en donde parecía haber sido una decisión fallida, rondando de préstamo en préstamo o permaneciendo relegado en el plantel; y si Guillermo decide nuevamente volver a considerarlo como el cuarto central, lo mejor para Boca y sobre todo para el jugador sería comunicarle que no es tenido en cuenta y prescindir de sus servicios, y no darlo a préstamo nuevamente o mantenerlo al margen en vez de hacer que chicos de las inferiores puedan mostrarse.
Hasta ahora, Goltz y Espinoza son las únicas incorporaciones confirmadas, pero suenan fuertes los nombres de Cardona y Abila.
En el caso de Cardona, sin dudas sería una muy buena noticia para Boca, porque hoy por hoy además del chico Maroni no cuenta con un jugador de tales cualidades, donde destaquen la conducción, la pegada y el desequilibrio. ¿Puede jugarse sin enganche? Por supuesto que sí, y Boca salió campeón sin uno de ellos, siendo lo mas parecido Centurión encarando detrás de Benedetto o este jugando de espaldas, y tal vez si cuenta con Cardona Guillermo no cambie el esquema y lo utilice, porqué no, como extremo izquierdo. En ese caso, claro está, se contrapone la función con la posición: el colombiano partiría desde el sector izquierdo y seguro se pediría que de una mano cuando no se tiene la pelota, pero estará predispuesto a cerrarse y generar juego a través de su gran pie derecho. También se solucionaría el tema de la pelota quieta. Tener un armador siempre es importante, y también sumar jerarquía, contando con un hombre de selección.
Pero lamentablemente la idea de Angelici de incorporar a Abila es desacertada, no porque "wanchope" no sea un gran número nueve, sino porque traería más problemas que soluciones: Boca ya tiene a su goleador indiscutible, y en el banco de relevos tiene a Bou, quien supo responder cuando se lo necesitó, y más atrás tiene a Torres, juvenil que pide pista luego de hacer varios goles en la sub-20. Se estaría gastando dinero para un puesto que ya está muy completo, sería un gran problema gran para Guillermo dejar fuera del banco a esa contratación (Bou se merece ser el suplente de Benedetto), y una vez más, se relegan a los pibes. En este tipo de casos, uno no solo cuestiona a Angelici, el primer mandatario, sino a los que lo rodean (claramente, Angelici es asesorado, por más de que sepa de fútbol o no), por pensar que la cantera de Boca no existe. El semillero del club de la ribera sacó grandes jugadores, y si hace mucho eso no ocurre es por este tipo de políticas aislasionistas de juveniles y compradoras a mansalva, que generan inconvenientes y no beneficios. Y uno se pregunta si funciona bien la comunicación presidente-entrenador: por lo innecesario de su llegada y por si el jugador de Cruzeiro es pretendido por Guillermo, cuyo equipo está acostumbrado a jugar con un punta que ayude a habilitar a los extremos y se conecte con los volantes, y no con uno como el ex Huracán, de juego más verticalista y de lucha en el área. El fútbol no es blanco y negro, es decir que Abila podría adaptarse perfectamente, pero sería una llegada extraña por todo lo comentado anteriormente.
Guillermo es un hombre del fútbol que por todo lo vivido como futbolista y hasta ahora como técnico debe tener un muy buen ojo, mientras que los refuerzos que llegaron en silencio recomendados por tarea de la comisión directiva dieron sus frutos, como en el caso de Barrios, Fabra, etc. Goltz y Espinoza son buenas incorporaciones, pero sería un gran error traer un centrodelantero y no algún lateral ante la salida de Silva, por ejemplo. Recordemos lo básico y elemental: para traer refuerzos, primero se debe observar dónde hace falta reforzar.